domingo, 30 de octubre de 2011

LA TEMPORADA 2011 SE TERMINA

El 2011 comienza su fin. Sobre todo cuando vemos desde principios del mes de Octubre, adornos navideños cuando la gente aún paseaba en manga corta debido a este verano otoñal que todos hemos padecido.
Este es el segundo año de la aventura triatleta, duatleta y otras "cosillas". Y obligado es, en primer lugar, agradecer a todos los patrocinadores, el esfuerzo y la ilusión que han puesto en este proyecto. Sin ellos, todo habría sido mas difícil. Recordandoles, que el primer objetivo de este barco, no son los exitos deportivos, sino la demostración de que los valores humanos como el tesón, el esfuerzo, el trabajo en equipo, la solidaridad, la fé, la voluntad, entre otros, componen la fórmula  para lograr cualquier meta en la vida. Que los problemas y las dificultades son superables. Y que la humanidad, la humildad y el sentido del humor, hacen que el paso por la vida sea mas transitable.
Atrás queda la concentración en tierras Murcianas en el mes de Febrero, el frío Soriano, que sumado a las molestias de rodilla de Fernando, supuso el inicio de la temporada. Las gélidas aguas del pantano de Gabriel y Galán, donde éramos los únicos que no llevavamos neopreno largo, y donde avanzar 100 metros con el tandem en el barro suponìa un periplo de equilibrio y fuerza. El terrible calor sufrido en Pontevedra, donde el mismo Javier Gomez Noya claudicó por problemas de asimilación de liquido. O mas recientemente, en Gijón, donde un proceso vírico que padecía Javier, convirtió poco mas de una hora de competición en una etapa reina del Tour de Francia.
Tambien, agradecer a nuestras respectivas mujeres, el apoyo, la paciencia y el cariño que nos aportan a cada momento, todos los buenos momentos que pasamos juntos, los viajes, aventuras y demás menesteres.
Recordamos a todos los compañeros paratriatletas, con los que hemos compartido sobre todo sufrimiento, aunque también momentos risueños, como heroes de la superación y ejemplo a seguir de las posibilidades del ser  humano.
Ahora toca descansar, preparar pretemporada, observar los trofeos con grato recuerdo contando a los amigotes y familiares las batallitas de cada viaje, cada competición como si de abuelos se tratase.
Al final, eso es casi lo mejor.

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