Cuando muchos piensan que no se puede, o que realizar actividades fisicodeportivas de nivel competitivo es cosa de portentos de la naturaleza y que para disfrutar del deporte es indispensable tener los cinco sentidos en perfecto estado , unas extremidades espartanas, y una fortaleza muy desarrollada, existen unos pocos, que demuestran día a día que las barreras las pone uno mismo.
La ilusión, el espíritu de superación, la voluntad, y sobre todo querer, es lo único que se necesita para hacer cualquier cosa en la vida.
Bien es cierto que existen personas a las que la vida les pone baches casi insuperables, que para dar un corto paso les supone un esfuerzo mayor, y que su rutina diaria se vaticina como un continuo contra viento y marea. Pero ahí están, corriendo con piernas ortopédicas, nadando sin un brazo, pedaleando con una hemiplejía, o confiando "ciegamente" en una persona que les guia en el agua, en la carrera y sobre una bicicleta.
Yes we can. Todos hemos escuchado de Lance Armstrong. Su nombre original era Lance Edward Gunderson nació en Austin, Texas, el 18 de septiembre de 1971. Es un ciclista estadounidense, considerado uno de los mejores de la historia y convertido ya en una leyenda, en parte, por sus siete victorias consecutivas del Tour de Francia, pero principalmente por superar un cáncer con avanzada metástasis, casi Terminal.
Los límites, las barreras, las dificultades. Todo es superable.
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